Todos ocuparon un lugar en la rueda de la fortuna: Michel con Marikarmen, el Pato con Carla, Lupitha con Arellano, y Omar, quien como sin querer la cosa…
Omar. –Diana puedo ocupar este lugar?
Diana. –Claro, claro no me molesta (Lo más normal que podía) –Xavi no vienes?
Xavi. –No, no me gustan las alturas, mejor los espero aquí.
Y sin más tardanzas, la rueda de la fortuna comenzó a funcionar.
Lupitha. –Qué bueno que Diana y Omar ya se llevan bien, y que bueno que no vino la marciana (Sin saber de lo último que había ocurrido con anterioridad)
Marikarmen. –Y eso? Omar no invitó a Marcia?
Michel. –De hecho… ya terminaron…
Mientras abajo, Xavi no despegaba sus ojos de Diana, quien estaba más que feliz junto a Omar…
Omar. –Desde aquí puedes ver todo Guadalajara…
Diana. –Esta ciudad es hermosa… no?
Omar. (Tomando su mano) –No tan hermosa como tú… (Intentó besarla)
Diana. –Hey! Se supone que te ibas a portar bien (Se alejó)
Omar. –Ok… (Giró la cabeza) –Ya verás después…
Terminando el juego…
Xavi. (Tratando de acercarse a Diana) –Hola! Cómo te la estás pasando?
Diana. –Bien! Es una linda noche (Mirando el cielo)
Xavi. –¿Quieres ir a ese juego? (Señalando una carpa con miles de peluches de todos tamaños y todos colores)
Diana. –Sí, por qué no? Vamos chicos? (viendo a Omar)
Omar. –Sí, vamos a intentarlo!
El juego consistía en disparar un chorro de agua, hacia un punto específico, el primero en llegar a lo más alto obviamente ganaba)
Xavi se puso como meta ganar el premio para Diana, pero compitió contra Michel, quien ante los ánimos de Marikarmen, no pudo más que ganar un enorme conejo de peluche para su novia.
El segundo intento fue para el pato y Omar, quien se ganó un igualmente enorme oso de peluche…
Omar. –Bueno, pues ya que lo gané, lo llevaré a casa…
Michel. –Jaja ya tienes con quien dormir…
Más tarde, los chicos regresaron a casa, Xavi llevó a Diana de regreso a su casa, esta vez Omar regresó con Michel y Mari. Cuando Diana llegó a su casa, se despidió de Xavi, quien arrancó el auto y dio la vuelta a la esquina. Aunque mirando por el retrovisor, se dio cuenta de que Omar estaba sentado en la banqueta, así que decidió esperar…
Diana. –Y Michel y Mari?
Omar. –Mich. Ya se fue, y Mari está preparando la cena… (Con los ojos ausentes)
Diana. (Se sentó junto a él en la banqueta) –Me la pase bien…
Omar. –Quieres entrar?
Diana. –No quiero dejar sola a Mari durante la cena, quieres venir? (Se levantaron)
Omar. –No, mañana entreno temprano
Diana. –Ok… (Intentó alejarse pero Omar tomó su mano obligándola a regresar)
Omar. –Te amo… (La abrazó y la besó)
Diana sonrió y se alejó sin decir nada, ante la mirada atónita de Xavi, quien no daba crédito a lo que veía…
Xavi. –Así que eso era… (Golpeó las manos en el volante) –Hay Omar, tenías que meterte en el camino!
Omar. –Diana puedo ocupar este lugar?
Diana. –Claro, claro no me molesta (Lo más normal que podía) –Xavi no vienes?
Xavi. –No, no me gustan las alturas, mejor los espero aquí.
Y sin más tardanzas, la rueda de la fortuna comenzó a funcionar.
Lupitha. –Qué bueno que Diana y Omar ya se llevan bien, y que bueno que no vino la marciana (Sin saber de lo último que había ocurrido con anterioridad)
Marikarmen. –Y eso? Omar no invitó a Marcia?
Michel. –De hecho… ya terminaron…
Mientras abajo, Xavi no despegaba sus ojos de Diana, quien estaba más que feliz junto a Omar…
Omar. –Desde aquí puedes ver todo Guadalajara…
Diana. –Esta ciudad es hermosa… no?
Omar. (Tomando su mano) –No tan hermosa como tú… (Intentó besarla)
Diana. –Hey! Se supone que te ibas a portar bien (Se alejó)
Omar. –Ok… (Giró la cabeza) –Ya verás después…
Terminando el juego…
Xavi. (Tratando de acercarse a Diana) –Hola! Cómo te la estás pasando?
Diana. –Bien! Es una linda noche (Mirando el cielo)
Xavi. –¿Quieres ir a ese juego? (Señalando una carpa con miles de peluches de todos tamaños y todos colores)
Diana. –Sí, por qué no? Vamos chicos? (viendo a Omar)
Omar. –Sí, vamos a intentarlo!
El juego consistía en disparar un chorro de agua, hacia un punto específico, el primero en llegar a lo más alto obviamente ganaba)
Xavi se puso como meta ganar el premio para Diana, pero compitió contra Michel, quien ante los ánimos de Marikarmen, no pudo más que ganar un enorme conejo de peluche para su novia.
El segundo intento fue para el pato y Omar, quien se ganó un igualmente enorme oso de peluche…
Omar. –Bueno, pues ya que lo gané, lo llevaré a casa…
Michel. –Jaja ya tienes con quien dormir…
Más tarde, los chicos regresaron a casa, Xavi llevó a Diana de regreso a su casa, esta vez Omar regresó con Michel y Mari. Cuando Diana llegó a su casa, se despidió de Xavi, quien arrancó el auto y dio la vuelta a la esquina. Aunque mirando por el retrovisor, se dio cuenta de que Omar estaba sentado en la banqueta, así que decidió esperar…
Diana. –Y Michel y Mari?
Omar. –Mich. Ya se fue, y Mari está preparando la cena… (Con los ojos ausentes)
Diana. (Se sentó junto a él en la banqueta) –Me la pase bien…
Omar. –Quieres entrar?
Diana. –No quiero dejar sola a Mari durante la cena, quieres venir? (Se levantaron)
Omar. –No, mañana entreno temprano
Diana. –Ok… (Intentó alejarse pero Omar tomó su mano obligándola a regresar)
Omar. –Te amo… (La abrazó y la besó)
Diana sonrió y se alejó sin decir nada, ante la mirada atónita de Xavi, quien no daba crédito a lo que veía…
Xavi. –Así que eso era… (Golpeó las manos en el volante) –Hay Omar, tenías que meterte en el camino!