Omar. –¡¡¡Estoy en la selección!!! (Estaba tan emocionado que solo la tomó en brazos y la abrazó lo más fuerte que pudo)
Diana. (En ningún momento pensó en rechazar el abrazo, al contrario) –No sabes cómo me alegro por ti Omar, te lo mereces enserio.
Omar. (Aún sin soltarla) –No lo puedo creer! Por fin! Después de tanto tiempo.
Diana. –Estoy segura de que vas a meter muchos goles. Confió en ti.
Omar. –Gracias, por eso prometo dedicarte mi primer gol (Pero…)
Marcia. –Y a mí no me vas a dedicar uno?
Omar. (De inmediato se separó de Diana) –Hola cariño
Marcia. –Hola nene. (Si las miradas mataran… Diana estaría muerta en ese instante) –Quería hablar contigo. Se puede?
Omar. –Sí mmm nos vemos Diana. (Se despidió apenado por la reacción de Marcia)
Diana. –Claro Omar, nos vemos.
Ya solos…
Marcia. –Debe preocuparme (Sin ocultar su enojo)
Omar. –Y porqué?
Marcia. –Sabes por qué (fingiendo tristeza) –Ya no me quieres?
Omar. –No es eso como crees! Estás exagerando.
Marcia. –Ah bueno… como vi que estabas muy a gusto con tu adorable vecina… solo decía
Omar. –No es para tanto, solo me estaba felicitando. Estoy convocado a la selección. (Esperando una gran felicitación)
Marcia. –Bueno pues pudiste tener un lindo gesto conmigo y decírmelo primero.
Omar. –Estaba a punto de llamarte. (Decepcionado)
Marcia. –Si… como sea… te perdono.
Omar. –Aja!
Marcia. –Tengo un problema crees que me puedas ayudar?
Omar. –Claro que sí mi vida dime. (Tratando de arreglar las cosas)
Marcia. –Mi papá está enfermo y necesitamos llevarlo al extranjero… pero costaría mucho dinero…
Mientras tanto…
Michel. (Hablando por el celular) –Hola? Mari?
Marikarmen. –Hola Mich. Cómo estás?
Michel. –Quería saber si querías ir conmigo al museo del club
Marikarmen. –Ah al de las chivas… ya sé cuál pero… ¿No lo has visto ya?
Michel. –Sí, pero tu no. Ni Diana, así que las invito.
Marikarmen. –Déjame ver si quiere ir. (Unos segundos después) –claro que nos apuntamos jaja
Michel. –Ok. Paso por ustedes en una hora.
Y una hora más tarde…
Diana. –Está padrísimo el museo heee, me encanta.
Michel. –Y no lo han visto todo… hay muchísimas cosas más a la vuelta de la esquina.
Y afectivamente… al dar la vuelta a la esquina… Un cartel enooorme con la foto de Omar Bravo se cruzó en el camino de los chicos.
Marikarmen. –Waao! Se ve mucho más alto en esta foto.
Michel. –Si… es todo un ídolo el Omar.
Diana. (Leyendo los encabezados de los cuadros que adornaban la lujosa sala) –Héroe del Rebaño, 100 veces Omar, ídolo de multitudes… wao! Es más famoso de lo que creí.
Michel. –Sí jeje un héroe.
Marikarmen. –Igual que tú. (Sonriendo de una manera especial)
Michel. –Gracias (se miraron por unos largos segundos) –Oye Mari.
Marikarmen. –Qué pasa?
Michel. –Pues es que la verdad llevamos unas semanas saliendo y me he divertido mucho.
Marikarmen. –Sí, yo también jaja. (Recordando los pocos pero lindos momentos que habían pasado juntos)
Michel. –Bueno pues, no sé cómo decir esto pero creo que es el momento de hacer las cosas formalmente. (En unos segundos su expresión cambio, toda la práctica de la noche anterior no había servido para nada… el miedo lo invadió más rápido de lo que esperaba) –Ammm no sé cómo hacer esto (se tocaba la cabeza)
Marikarmen. –Aja… (Esperando a que dijera…)
Michel. –OK. Mari quieres ser mi novia?!
Diana. (En ningún momento pensó en rechazar el abrazo, al contrario) –No sabes cómo me alegro por ti Omar, te lo mereces enserio.
Omar. (Aún sin soltarla) –No lo puedo creer! Por fin! Después de tanto tiempo.
Diana. –Estoy segura de que vas a meter muchos goles. Confió en ti.
Omar. –Gracias, por eso prometo dedicarte mi primer gol (Pero…)
Marcia. –Y a mí no me vas a dedicar uno?
Omar. (De inmediato se separó de Diana) –Hola cariño
Marcia. –Hola nene. (Si las miradas mataran… Diana estaría muerta en ese instante) –Quería hablar contigo. Se puede?
Omar. –Sí mmm nos vemos Diana. (Se despidió apenado por la reacción de Marcia)
Diana. –Claro Omar, nos vemos.
Ya solos…
Marcia. –Debe preocuparme (Sin ocultar su enojo)
Omar. –Y porqué?
Marcia. –Sabes por qué (fingiendo tristeza) –Ya no me quieres?
Omar. –No es eso como crees! Estás exagerando.
Marcia. –Ah bueno… como vi que estabas muy a gusto con tu adorable vecina… solo decía
Omar. –No es para tanto, solo me estaba felicitando. Estoy convocado a la selección. (Esperando una gran felicitación)
Marcia. –Bueno pues pudiste tener un lindo gesto conmigo y decírmelo primero.
Omar. –Estaba a punto de llamarte. (Decepcionado)
Marcia. –Si… como sea… te perdono.
Omar. –Aja!
Marcia. –Tengo un problema crees que me puedas ayudar?
Omar. –Claro que sí mi vida dime. (Tratando de arreglar las cosas)
Marcia. –Mi papá está enfermo y necesitamos llevarlo al extranjero… pero costaría mucho dinero…
Mientras tanto…
Michel. (Hablando por el celular) –Hola? Mari?
Marikarmen. –Hola Mich. Cómo estás?
Michel. –Quería saber si querías ir conmigo al museo del club
Marikarmen. –Ah al de las chivas… ya sé cuál pero… ¿No lo has visto ya?
Michel. –Sí, pero tu no. Ni Diana, así que las invito.
Marikarmen. –Déjame ver si quiere ir. (Unos segundos después) –claro que nos apuntamos jaja
Michel. –Ok. Paso por ustedes en una hora.
Y una hora más tarde…
Diana. –Está padrísimo el museo heee, me encanta.
Michel. –Y no lo han visto todo… hay muchísimas cosas más a la vuelta de la esquina.
Y afectivamente… al dar la vuelta a la esquina… Un cartel enooorme con la foto de Omar Bravo se cruzó en el camino de los chicos.
Marikarmen. –Waao! Se ve mucho más alto en esta foto.
Michel. –Si… es todo un ídolo el Omar.
Diana. (Leyendo los encabezados de los cuadros que adornaban la lujosa sala) –Héroe del Rebaño, 100 veces Omar, ídolo de multitudes… wao! Es más famoso de lo que creí.
Michel. –Sí jeje un héroe.
Marikarmen. –Igual que tú. (Sonriendo de una manera especial)
Michel. –Gracias (se miraron por unos largos segundos) –Oye Mari.
Marikarmen. –Qué pasa?
Michel. –Pues es que la verdad llevamos unas semanas saliendo y me he divertido mucho.
Marikarmen. –Sí, yo también jaja. (Recordando los pocos pero lindos momentos que habían pasado juntos)
Michel. –Bueno pues, no sé cómo decir esto pero creo que es el momento de hacer las cosas formalmente. (En unos segundos su expresión cambio, toda la práctica de la noche anterior no había servido para nada… el miedo lo invadió más rápido de lo que esperaba) –Ammm no sé cómo hacer esto (se tocaba la cabeza)
Marikarmen. –Aja… (Esperando a que dijera…)
Michel. –OK. Mari quieres ser mi novia?!
Última edición por Alexia el Dom 24 Abr 2011 - 22:09, editado 1 vez