Más tarde Omar regresó a su casa, se quedó en el auto esperando ver a Diana. No sabía porque, simplemente estaba ahí. Hasta que ella se asomó por la esquina, regresando de la escuela.
Omar. (Bajándose del auto) –Hola Diana! ¿Cómo estás? (Esperando iniciar una conversación)
Diana. –Hola Omar! Mmm estoy bien! Y tú?
Omar. –aaaa… quieres entrar y tomar algo?
Diana. –No lo sé… bueno ok. Llevo mis cosas y regreso va?
Omar. –Aquí te espero…
Unos minutos después estaban en casa de Omar… quien no sabía que decir.
Diana. –Oye, creo que no te agradecí personalmente lo del gol, fue un gran detalle.
Omar. –Sí es verdad, ganamos gracias a ti. Jaja
Diana. –Me hubiese encantado estar ahí…
Omar. (Una sonrisa iluminó su mirada) –Ya sé! Quieres mi colección?
Diana. –Sí claro! Está aquí?
Omar. –Bueno, no aquí precisamente, están arriba.
Subieron las escaleras entrando a una pequeña recámara, que más bien parecía ser un museo, playeras autografiadas, fotos, recortes de periódicos, medallas, era simplemente un sueño.
Diana. –Wao! No puedo creer que tengas todo esto aquí, está increíble.
Omar. –Sí, últimamente paso mucho tiempo aquí. Pensando, asomándome por la ventana, esperando una respuesta a mis preguntas.
Diana. (Se asomó por la ventana) –Esperas que yo te conteste?
Omar. –Que! Porque lo dices? (Exaltado)
Diana. –Porque la ventana da a mi habitación jaja.
Omar. –Ah mmm yo, no, no creas que… heee (Nervioso)
Diana. –De cuando es esta playera?
Omar. –Ah? (Respiró aliviado) –Es la que utilicé en mi debut en primera división con las chivas…
Diana. –Porqué guardas la foto donde peleas con Ochoa en un partido?
Omar. –Jaja nunca voy a olvidar ese momento, digamos que él es mi peor enemigo, o algo así.
Diana. –En verdad, tienes mucho talento… eres un héroe. (Mirando a su alrededor)
Omar. –Sí, bueno, dejé de serlo por un tiempo.
Diana. –Creo que él héroe tomó un descanso, para regresar ahora, más fuerte que nunca…
Omar. (Se acercó a ella) –Eso crees?
Diana. –Estoy segura… (Trató de alejarse pero la pared la detuvo)
Los segundos parecieron ser eternos una vez más, las distancias desaparecieron cuando Omar tomó a Diana por la cintura y sin más la besó, antes de pensar cualquier cosa, Diana se vio a sí misma con las manos alrededor de su cuello… se sentía indefensa no podía resistirse a sus labios, una de sus manos intentó alejarse, pero solo logro entrelazar sus dedos con los de Omar…
Omar. (Bajándose del auto) –Hola Diana! ¿Cómo estás? (Esperando iniciar una conversación)
Diana. –Hola Omar! Mmm estoy bien! Y tú?
Omar. –aaaa… quieres entrar y tomar algo?
Diana. –No lo sé… bueno ok. Llevo mis cosas y regreso va?
Omar. –Aquí te espero…
Unos minutos después estaban en casa de Omar… quien no sabía que decir.
Diana. –Oye, creo que no te agradecí personalmente lo del gol, fue un gran detalle.
Omar. –Sí es verdad, ganamos gracias a ti. Jaja
Diana. –Me hubiese encantado estar ahí…
Omar. (Una sonrisa iluminó su mirada) –Ya sé! Quieres mi colección?
Diana. –Sí claro! Está aquí?
Omar. –Bueno, no aquí precisamente, están arriba.
Subieron las escaleras entrando a una pequeña recámara, que más bien parecía ser un museo, playeras autografiadas, fotos, recortes de periódicos, medallas, era simplemente un sueño.
Diana. –Wao! No puedo creer que tengas todo esto aquí, está increíble.
Omar. –Sí, últimamente paso mucho tiempo aquí. Pensando, asomándome por la ventana, esperando una respuesta a mis preguntas.
Diana. (Se asomó por la ventana) –Esperas que yo te conteste?
Omar. –Que! Porque lo dices? (Exaltado)
Diana. –Porque la ventana da a mi habitación jaja.
Omar. –Ah mmm yo, no, no creas que… heee (Nervioso)
Diana. –De cuando es esta playera?
Omar. –Ah? (Respiró aliviado) –Es la que utilicé en mi debut en primera división con las chivas…
Diana. –Porqué guardas la foto donde peleas con Ochoa en un partido?
Omar. –Jaja nunca voy a olvidar ese momento, digamos que él es mi peor enemigo, o algo así.
Diana. –En verdad, tienes mucho talento… eres un héroe. (Mirando a su alrededor)
Omar. –Sí, bueno, dejé de serlo por un tiempo.
Diana. –Creo que él héroe tomó un descanso, para regresar ahora, más fuerte que nunca…
Omar. (Se acercó a ella) –Eso crees?
Diana. –Estoy segura… (Trató de alejarse pero la pared la detuvo)
Los segundos parecieron ser eternos una vez más, las distancias desaparecieron cuando Omar tomó a Diana por la cintura y sin más la besó, antes de pensar cualquier cosa, Diana se vio a sí misma con las manos alrededor de su cuello… se sentía indefensa no podía resistirse a sus labios, una de sus manos intentó alejarse, pero solo logro entrelazar sus dedos con los de Omar…